Colocación de lámparas, lo que debes saber
Iluminar adecuadamente tu hogar es fundamental si quieres crear un ambiente acogedor y práctico. Unas piezas elegidas con gusto pueden aportar un estilo inigualable a tu vivienda. Para lograr esta meta tienes a tu disposición una amplia gama de complementos de decoración, pues existen las lámparas de pie, techo, mesa y pared.
Es importante saber dónde ubicar todas las clases de lámparas que existen en el mercado para acertar en el objetivo, pues cada tipo de lámpara contribuye a crear un ambiente diferente, debido a sus variadas cualidades estéticas y a los distintos efectos que la iluminación puede causar.
Consulta aquí el uso de las lámparas para completar la decoración.
Consejos para colocar lámparas según su tipología
1. Lámparas de techo
Las lámparas colgantes se utilizan como iluminación general de la casa. Salvo que se utilicen luces empotradas, siempre se colocan en todos los espacios de la casa. Dependiendo del tamaño de las estancias, emplearás lámparas de distintas proporciones. Las más pequeñas las colocarás en pasillos y habitaciones de reducido tamaño. Éstas son habitualmente son de estilo sencillo. Las de mayor tamaño se reservan normalmente para las estancias más grandes, como comedores y salones.
2. Lámparas de pie
La colocación de lámparas de pie proporciona una iluminación ambiental, aunque también puede servirte para poder ver adecuadamente mientras leas, por lo que son perfectas para tu rincón de lectura. Esto se consigue con una doble iluminación: un foco principal en la parte superior y otro foco dirigible hacia nuestro regazo que suele encontrarse en mitad del cuerpo de la lámpara. Este tipo de piezas suelen ubicarse casi exclusivamente junto a un sillón o sofá. Ya sea en un salón, un despacho o cualquier estancia donde se encuentren este tipo de elementos de descanso.
3. Lámparas de mesa
Muchas veces se utilizan como apoyo a una iluminación más general. Aunque cuando se necesita una iluminación suave, una lámpara de sobremesa puede ser el único elemento que aporta luz a una estancia. Tienen un cuerpo corto para que podamos colocarlas sobre una mesa, lo que contribuye a su valor decorativo si son elegidas con cuidado. Suelen colocarse sobre las mesillas de noche y su objetivo es aportar una luz tenue que no moleste a la hora de dormir o levantarnos de la cama. Son fundamentales en escritorios, como foco para permitirnos una lectura cómoda. A veces, también se sitúan sobre mobiliario auxiliar junto al sofá del salón, en un pasillo o en la entrada de la vivienda.
4. Lámparas de pared
Se emplean exclusivamente como luz ambiental. Son de gran valor decorativo en pasillos, descansillos, escaleras, jardines y terrazas. Frecuentemente se utilizan a ambos lados del lavamanos del baño o aseo, para favorecer la iluminación de nuestro rostro. También existen algunos modelos específicamente diseñados para situarlos a cada extremo del cabecero de la cama, lo que puede aportar un toque de estilo muy original a nuestros dormitorios.