Heredar un mueble antiguo es bastante común, bien porque la familia ha ido pasándolo de generación en generación o incluso porque alguna persona ha decidido dártelo. Por ello, no es de extrañar que restaurar un mueble antiguo se haya convertido en toda una tendencia dentro del mundo DIY. Hay personas que incluso llegan a comprar un mueble antiguo con el objetivo de poder restaurarlo a su gusto.
Cómo restaurar un mueble antiguo
Tanto si se opta por restaurar un mueble ya disponible como por comprar y restaurar un mueble antiguo, hay una serie de pasos clave que se deben seguir.
– Materiales básicos.
Los materiales más importantes son la mascarilla y los guantes para protegerse, lijas, pinceles, trapos, destornillador y estropajos. Lo mejor es evitar hacerlo al aire libre, ya que el sol seca la pintura y estropea la madera.
– Limpieza.
Elimina la suciedad con un trapo y jabón neutro. Quita también los restos de pintura y barniz aplicando un decapante y lijando el mueble para dejarlo en perfectas condiciones.
– Reparación.
Si detectas carcoma, aplica un producto anticarcoma; si encuentras ligeras hendiduras, coloca un trapo húmedo con agua caliente hasta que recupere su forma; si existen fisuras, aplica masilla para recubrirlas.
– Pintura.
Al final tienes que aplicar barniz o pintura según el aspecto que quieras dar al mueble. También existen papeles originales que se pueden utilizar para recubrir ciertas zonas y hacer del mueble una pieza aún más exclusiva.
Las ventajas de restaurar un mueble antiguo son múltiples, desde poder conseguir muebles únicos a mantener un bonito recuerdo. Pero la ventaja más importante es poder practicar un consumo responsable que ayude a respetar el medio ambiente.
Si te resulta complicado restaurar un mueble antiguo, siempre puedes recurrir a un especialista restaurador de muebles. Así contarás con la tranquilidad de saber que está en las manos de un auténtico profesional.